Pies, para qué os quiero

Usamos y abusamos de nuestros pies con mucha más frecuencia de la que pensamos. En determinados trabajos es habitual estar de pie durante horas y horas y llegado el fin de semana, muchas personas aprovechan para salir a pasear especialmente ahora que se acerca la primavera.

Los pies aguantan el peso de todo el cuerpo sobre una base muy pequeña y es normal que acaben resintiéndose. El hecho de caminar supone apoyarse sobre el suelo y dejar que el peso del cuerpo se vaya desplazando de un pie hacia el otro. Todo sobre una base con muy poca carne y una gran cantidad de terminaciones nerviosas, articulaciones y un entramado de tendones que permiten la gran movilidad de los pies.

Acabar una dura jornada de trabajo con los pies doloridos es muy habitual y esto, día tras día, puede acabar generando lesiones y dolores crónicos. Un riesgo aun mayor sufren aquellos que practican deportes como el running, tan de moda últimamente.

Al correr, el impacto sobre los pies, los tobillos y las rodillas es mucho mayor que cuando se anda, ya que en realidad el efecto es similar al de saltar. Los pies impactan sobre el suelo y este impacto se transmite al resto de las articulaciones.

Por este motivo las plantillas de las zapatillas deportivas cuentan con diferentes sistemas de amortiguación que contribuyen a disminuir este impacto, protegiendo el pie del golpe mediante el uso de diferentes materiales que absorben la fuerza de la pisada.

¿Deberíamos entonces de utilizar zapatillas deportivas durante todo el día para prevenir los pies cansados? Esta solución podría parecer perfecta en un principio, pero realmente es muy poco práctica.

El calzado deportivo es para hacer deporte y ya no vamos a entrar en consideraciones estéticas sobre lo bien o mal que podría quedar con determinados estilos de ropa, vamos a hablar tan solo de la salud del pie y es evidente que no es sano calzar siempre este tipo de zapatillas.

Pero ahora es posible conseguir la comodidad que este calzado especializado ofrecen en la pisada utilizando cualquier zapato. Tan solo hay que introducir en el interior unas modernas plantillas de gel, como las Plantillas Dr Scholl, que permiten que el pie descanse sobre una base que se adapta a la pisada y que es capaz de absorber gran parte de la presión.

Con este tipo de plantillas es posible realizar largas jornadas de trabajo de pie y llegar a casa sin sufrir dolores diarios por el cansancio.

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